Retrato a cachos

En la pasada clase del día 16 de noviembre, Ángel nos propuso una actividad "nueva", hacer el retrato de un compañero pero de una forma muy peculiar, a trozos. Para ello teníamos que utilizar las nuevas tecnologías como los móviles o la cámara de fotos, y para qué, para grabar la parte del rostro que ibamos a dibujar, para luego hacer el dibujo fijandonos tanto en la grabación como en la cara del compañero que la teníamos enfrente nuestra. Yo empecé por el ojo izquierdo de mi compañero Joan, seguidamente me fui a la naríz, después al ojo derecho y por último porque no me dió más tiempo a la boca.
Mientras estabamos haciendo el trabajo, se escuchaban quejas como: "esto es muy dificil", "esto a mi no me sale", "yo no sé dibujar"... pero Ángel nos dijo a la clase que, lo importante no era que supieramos o no dibujar, que no era una clase para ver si se sabe o no dibujar, sino más bien si sabemos ver lo que tenemos delante sin utilizar los estereotipos que nos vienen enseñando desde pequeños.
El profesor desde un principio nos dijo que no nos pusieramos con personas de nuestro mismo sexo, porque por ejemplo yo que soy una mujer, tengo muy asimaladas las facciones femeninas de mirame al espejo, pero teniendo delante a otro del sexo masculino, nos encontramos con otro mundo.
De todas formas yo ya venía con la experiencia del seminario de retratar el rostro de un compañero, se puede ver en una de las entradas anteriores.
Pues el resultado de mi trabajo es el siguiente:

El hecho de haber dibujado las dos bocas es que, una boca sonriente a mi me parece más bonia, aunque en el dibujo no se aprecie (no soy una experta dibujando), que la boca seria, entonces me parecía interesante hacer la boca que todo el mundo iba a hacer (la seria) y la que no iba a hacer nadie (la sonriente). No sé si gustará pero vaya que eso es lo que he hecho.  
Creo que por esto no me dió tiempo a hacer ninguna oreja.
y bueno mi folio tras terminar quedó así.